Enviado el Friday 16 de December de 2011, hora 19:06:21
En los primeros años del siglo XX, el Señor Roberto Pietracaprina encargó al arquitecto francés Camille Gardelle el proyecto arquitectónico para su residencia.
La construcción, a cargo de la firma Arteaga, Martorel & Lasala, fue completada en el año 1913.
Según el Prof. Leopoldo Artucio, en su obra "Montevideo y la Arquitectura Moderna", citada en el libro "Influencia de Francia en la arquitectura de Uruguay", de César J. Lousteau, la suntuosidad del Palacio Pietracaprina no es pequeña, presenta un eclecticismo moderado y bien organizado. "Todas las fachadas son aceptablemente sencillas, con arcos y dinteles de suave relieve. Lo decorativo consiste en agregar pilastras y cornisas valiosas por su proporción y colocación. Hay en todo un tono de gracia dieciochesca acentuada por el estrecho contacto de la arquitectura con la naturaleza que la rodea y le comunica vida exterior."
La propiedad fue adquirida por el gobierno brasileño en 1941, cuando era Presidente del Brasil Getulio Vargas y Embajador en Uruguay Joao Baptista Luzardo.
daniel
dice:
Enviado el Friday 16 de December de 2011, hora 16:18:53
Juego de Comedor Imperio para 14 personas. La alfombra persa granate mide 5,40 por 3,60 metros1
En los primeros años del siglo XX, el Señor Roberto Pietracaprina encargó al arquitecto francés Camille Gardelle el proyecto arquitectónico para su residencia.
La construcción, a cargo de la firma Arteaga, Martorel & Lasala, fue completada en el año 1913.
Según el Prof. Leopoldo Artucio, en su obra "Montevideo y la Arquitectura Moderna", citada en el libro "Influencia de Francia en la arquitectura de Uruguay", de César J. Lousteau, la suntuosidad del Palacio Pietracaprina no es pequeña, presenta un eclecticismo moderado y bien organizado. "Todas las fachadas son aceptablemente sencillas, con arcos y dinteles de suave relieve. Lo decorativo consiste en agregar pilastras y cornisas valiosas por su proporción y colocación. Hay en todo un tono de gracia dieciochesca acentuada por el estrecho contacto de la arquitectura con la naturaleza que la rodea y le comunica vida exterior."
La propiedad fue adquirida por el gobierno brasileño en 1941, cuando era Presidente del Brasil Getulio Vargas y Embajador en Uruguay Joao Baptista Luzardo.