La industria arrocera uruguaya es una de las principales actividades agroindustriales del país.
Su desarrollo comenzó a mediados del siglo XX, expandiéndose sobre todo en el litoral norte y este.
El cultivo del arroz se concentra en grandes superficies, con sistemas de riego que aprovechan represas y cursos de agua.
La producción está mayormente destinada a la exportación, alcanzando mercados en América, Europa y Asia.
Uruguay se ha destacado por la alta productividad y la calidad de su grano, logrando posicionarse como uno de los exportadores más confiables.
El sector integra a productores, molinos e industrias de servicios, generando empleo en zonas rurales.
Las políticas de investigación y apoyo técnico han favorecido la innovación y el uso eficiente de recursos.
Hoy, el arroz uruguayo combina tradición agrícola y capacidad industrial, con fuerte presencia en el comercio internacional.